sábado, 30 de agosto de 2014


NOMBRE ETIMOLOGICO DE FILOSOFIA







La filosofía es una disciplina o campo de estudio que se encarga de la investigación, análisis y creación de ideas en general, abstractas o en un nivel fundamental. La palabra "filosofía" procede del griego, estando compuesta de φίλος ("filos", amigo) y σοφία ("sofia", sabiduría): φιλοσοφία (amor a la sabiduría). 

Definición de Filosofia 
La filosofía no puede entenderse sólo como una reacción espontánea o natural de los hombres. Por naturaleza, el hombre tiene la curiosidad de saber. Esta curiosidad por saber no es por sí misma filosófica, como tampoco lo son las preguntas infantiles, ni lo era la curiosidad que pudiera experimentar un Australopithecus cuando salía de la cueva. 

Los orígenes de la filosofía occidental se remontan a la Grecia clásica. Etimológicamente, la palabra filosofía, acuñada por los griegos, significa amor a la sabiduría. De acuerdo con Nicola Abbagnano, la palabra filosofía aparece como nombre de una indagación 

No se encuentra todavía en Homero ni en Hesíodo. A los sietes sabios se les llama sofistas, y sofista se llamaba a Pitágoras. Herodoto usa la palabra en su significado etimológico cuando hace decir al rey Creso dirigiéndose a Solón: "He oído hablar de los viajes que filosofando has emprendido para ver muchos países". Y Tucídides hace decir a Pericles de sí mismo y de los atenienses: "Amamos lo bello con sencillez y filosofamos sin timidez". Aquí el vocablo no se refiere a una disciplina específica. (Abbagnano, Nicola: Historia de la Filosofía., Barcelona, Montaner y Simon, 1955, pág. 4.) 

Según Cicerón, quien usó por primera vez la palabra filosofía fue Pitágoras. Él comparaba la vida con los festejos de Olimpia en los que algunos eran negociantes, otros sólo iban para concursar, otros por divertirse y otros por curiosidad. A estos últimos los llamó filósofos. Otra fuente del origen de la palabra filósofo indica que Heráclito, al referirse a los indagadores, los llamaba filósofos. 
Es necesario que los hombres filósofos sean buenos indagadores de muchas cosas 
Como indagación, fue el primer significado de filosofía, que hacía parte de un saber encaminado a un aprender a ser más allá de las apariencias. Por su parte, Platón le daba la denominación de filosofía al conjunto de disciplinas tales como la Geometría, la música, y otras que se encaminaban a su función propedéutica. La filosofía se contraponía a la sofía —muy propia de las deidades—, y también a la dóxa, vale decir, a la mera opinión del vulgo. 

Filosofía como actitud. Conceptos prácticos 
La intervención genial de Sócrates en la historia del pensamiento occidental consiste en comprender lo que estaba sucediendo y seguidamente definir sus consecuencias. Con él comenzó el período conocido como la ilustración helénica. 
De acuerdo con la descripción que Platón nos ofrece de Sócrates, Sócrates defendió que la felicidad depende de la virtud, y
que a su vez la virtud depende del conocimiento. Sólo el que sabe qué es la justicia puede verdaderamente ser justo y obrar justamente.


Filosofía como actividad nuestra 
Lo que otros pensaron lo materializaron en fórmulas que pesan sobre nosotros. Así, la palabra filosofía aquí no significa para nosotros el intelectualismo socrático o cualquier otra concepción filosófica, sino el nombre de una tarea nuestra, propia de cada uno. La filosofía en este sentido significa pensar en nuestra vida y pensar en la vida. 
A su vez, algunas teorías filosóficas nos servirán para comprender la vida, y tratar de buscar alguna explicación a los problemas cotidianos que la vida siempre nos impone. Nos explica el movimiento, las causas y consecuencias. Nos sirve como guía ante situaciones difíciles. 
Filosofía como conocimiento 
La cultura griega, al igual que todas las culturas y su entorno, contaba con una gran abundancia de narraciones míticas mediante las cuales explicaba el origen de los fenómenos naturales y también de las instituciones humanas. La tarea del filósofo griego consiste en buscar una explicación racional frente la explicación mítica. 


ANTIGUOS AUTORES


Tales de Mileto

Descripción: Tales de Mileto
(- 624 a - 546)

                                                                       Biografía
Nació Tales en la ciudad de Mileto, aproximadamente en el 624 a.C., y murió en el 546 a.C. Tradicionalmente se ha considerado a Tales uno de los siete sabios de Grecia, siendo, junto con Solón, de los más citados en las diversas listas en que se los agrupaba. Las referencias acerca de su vida son confusas y contradictorias. Respecto a su propio origen, por ejemplo, unos le consideran de origen fenicio, habiendo sido posteriormente hecho ciudadano de Mileto, y otros le hacen natural de Mileto y de sangre noble.

También afirman unos que estuvo casado y que tuvo un hijo, mientras otros afirman que fue soltero y adoptó un hijo de su hermano. (Sobre esta soltería de Tales nos transmite Diógenes Laercio la siguiente anécdota: "cuéntase también que apretándole su madre a que se casase, respondió que todavía era temprano; y que pasados algunos años, urgiendo su madre con mayores instancias, dijo que ya era tarde"). La misma incertidumbre rodea los demás aspectos de su vida. Se dice que viajó por Egipto, donde aprendió geometría, y donde midió la altura de las pirámides a partir de su sombra; en todo caso se le ha tenido siempre por astrónomo y geómetra práctico, atribuyéndosele algunos descubrimientos matemáticos como el teorema que lleva su nombre. Quizá la referencia más exacta de su vida sea la predicción del eclipse que tuvo lugar el año 585 antes de Cristo, lo que le valió gran renombre y fama.




Parménides de Elea

Descripción: Parménides de Elea
(- 540 a - 470)
                                                                       Biografía
Parménides nació en Elea, hacia el 540 antes de Cristo aproximadamente, donde residió hasta su muerte el año 470. Se dice que fue pitagórico y que abandonó dicha escuela para fundar la suya propia, con claros elementos anti-pitagóricos. Algunos atribuyen la fundación de la escuela de Elea a Jenófanes de Colofón, sin que haya verdadera constancia de ello, por lo que la fundación de dicha escuela ha de atribuirse a Parménides, dejando al margen la cuestión de hasta qué punto el pensamiento de Parménides puede estar influido por el de Jenófanes. Parménides escribió un poema filosófico en hexámetros del que conservamos la mayoría de los versos a través de Simplicio.


Anaximandro de Mileto

Descripción: Anaximandro de Mileto
(- 610 a - 545)
                                                                            Biografía
Anaximandro de Mileto nació aproximadamente en el 610 a.C. y murió en el 545 a.C. Teofrasto describe a Anaximandro como discípulo y compañero de Tales, siendo unos catorce años más joven que él. Se ocupó, al igual que Tales, de cuestiones prácticas relacionadas con la ciencia y se le atribuye la elaboración de un mapa del mar Negro, probablemente para uso de los navegantes milesios que viajaban por él. Al igual que otros filósofos griegos participó activamente en la vida política de su ciudad, y se le atribuye la dirección de una expedición colonizadora a Apolonia. Respecto a su actividad filosófica se le atribuye la composición de una obra en prosa, "Sobre la naturaleza", en la que expone sus teorías.



Jenófanes de Colofón

Descripción: Retrato de Jenófanes de Colofón
(- 570 a - 475)
Jenófanes de Colofón (- 570 a -475), precursor del pensamiento de Parménides, es considerado como el fundador de la teología filosófica y de la teoría del conocimiento, la reflexión sobra la fundamentación y límites del mismo. En la primera criticó el antropormofismo de los dioses homéricos así como su inmoralidad y su uso como modelo educativo postulando la existencia de un Dios único y, en la segunda, consideró una concepción objetiva de la verdad como algo independiente del sujeto. Asimismo, investigó acerca de cuestiones relativas a la naturaleza y a la cosmología.


Heráclito de Éfeso

Descripción: Heráclito de Éfeso
(- 544 a - 484)
                                                                       Biografía

Pocas son las cosas que sabemos de la vida de Heráclito de Éfeso. Nació hacia el 544 antes de Cristo, aproximadamente, y vivió en Éfeso, ciudad enclavada en la costa Jonia, al norte de Mileto, hasta su muerte, en el 484 antes de Cristo. Pertenecía a una familia aristocrática y, al parecer, no se llevó muy bien con sus conciudadanos, si nos atenemos a alguno de los fragmentos que se conservan de su libro, y a los testimonios de sus contemporáneos.

Escribió una obra a la que se le da el título común " Sobre la naturaleza" que se le había dado también a los libros escritos por otros filósofos anteriores. No es seguro que se tratara realmente de un libro en el que se desarrollaran sistemáticamente temas relacionados con el conocimiento de la naturaleza, el alma o la cosmología. Es probable que se tratara de un conjunto de sentencias recopiladas en forma de libro, hipótesis que se apoya en el carácter enigmático y oracular de los fragmentos que conservamos, carácter que ya en su época le valió el sobrenombre de "El oscuro".




Zenón de Elea

Descripción: Zenón de Elea
(- 489? a - 430)
                                                             Biografía

Al igual que ocurre con la mayoría de los filósofos presocráticos es poco lo que sabemos de la vida de Zenón. Nació en Elea entre los años 490-485, si tomamos como referencia el testimonio de Platón. Fue pitagórico, al igual que se dice de Parménides, siendo posteriormente discípulo de éste y reconocido defensor de la doctrina parmenídea de la unidad e inmovilidad del ser. Se refiere, en relación con su actividad política, la participación en una conjura para derrocar a un tirano, y su posterior entereza ante la tortura, al fracasar la conspiración, pero, aunque son diversas las fuentes, la información sobre los hechos es confusa. Este es el relato de los hechos, según la noticia transmitida por Diógenes Laercio: "Queriendo destronar al tirano Nearco (o Diomedonte, como quieren algunos), fue aprehendido, como refiere Heráclides en el Epítome de Sátiro. En esta ocasión, como fuese preguntado acerca de los conjurados y de las armas conducidas a Lípara, dijo que los conjurados eran todos los amigos del tirano; con lo cual quiso suponerlo abandonado y dejado ya solo. Después, diciendo tenía algo que hablarle a la oreja tocante a algunos, se la cogió con los dientes y no la soltó hasta que lo acribillaron a estocadas, como sucedió al tiranicida Aristogitón. Demetrio dice en sus Colombroños que la nariz fue lo que le arrancó de un bocado".

También Diógenes Laercio, en su Vidas de los filósofos ilustres, nos ofrece esta otra versión: "Antístenes escribe en las Sucesiones que después de haber citado por cómplices en la conjuración a los amigos del tirano, como éste le preguntase si había otro inculpado, respondió: Tú, oh destrucción de la ciudad. Y que habló de esta forma a los presentes: estoy admirado de vuestra cobardía, pues por miedo de lo que yo padezco sois esclavos de un tirano; y que luego, cortándose la lengua con los dientes, se la escupió al tirano. Incitados con esto los ciudadadanos, al punto quitaron la vida a pedradas al tirano. Finalmente, Hermipo dice que Zenón fue metido en un mortero y machacado allí".


Pitágoras de Samos

Descripción: Pitágoras de Samos
(- 572 a - 496)
                                                               Biografía

La vida de Pitágoras se encuentra envuelta en leyendas. Nació en Jonia, en la isla de Samos, hacia el 572 a.C. y, al parecer, conoció a Anaximandro de Mileto. Se le atribuyen viajes a Egipto y Babilonia. La tiranía de Polícrates le hizo abandonar Samos, trasladándose a Italia y estableciéndose en Crotona. Allí creó una secta filosófico-religiosa, inspirada en el orfismo, cuyos miembros vivían en comunidad de bienes, participando de un conjunto de creencias y saberes que permanecían en secreto para los no iniciados.

La influencia ejercida por dicha secta en Crotona fue considerable, al parecer, llegando a suscitar la enemistad del pueblo que se rebeló contra el dominio ejercido por las secta pitagórica y, en el transcurso de esa revuelta popular, puso fuego a sus propiedades y los expulsó de la ciudad. Se dice que Pitágoras se refugió en Metaponto, donde murió poco después, hacia el 496 antes de Cristo.




Empédocles de Akragas


Busto de Empédocles recreado por un escultor tras su muerte
(- 495 a - 435)

                                                                             Biografía


Como es frecuente entre los filósofos presocráticos, tampoco podemos fijar con exactitud la fecha del nacimiento de Empédocles aunque, por testimonios indirectos, podemos aceptar el año 495 a.c., pero sí que era ciudadano de Akragas(Agrigento), en Sicilia. Su personalidad está envuelta en la leyenda ya que, además de filósofo, fue conocido por sus habilidades como médico y sus actividades relacionadas con la magia o con el chamanismo. Se dice que fue discípulo de Pitágoras o, cuando menos, pitagórico y maestro del sofista Gorgias de Leontini, atribuyéndosele también la creación de la retórica.
"... habiendo acometido a los selinuncios un contagio de peste por el hecho de un río cercano corrompido, de modo que no sólo morían, sino que también se les dificultaban los partos a las mujeres, discurrió Empédocles conducir a él a costa suya dos de los ríos más inmediatos, con cuya mezcla se endulzaron las aguas. Cesada la peste, y hallándose los selinuncios celebrando un banquete a las orillas del río, apareció allí Empédocles; y ellos, levantándose, lo adoraron como un dios y le ofrecieron sus votos. Así, queriendo confirmar esta opinión, se arrojó al fuego. Pero Timeo contradice esto, diciendo abiertamente cómo Empédocles se retiró al Peloponeso y ya no volvió; por cuya razón es incierta su muerte."Sobre su muerte se cuentan varias anécdotas, siendo una de las más conocidas la de su desaparición arrojándose a las entrañas del Etna, ("Hipoboto asegura que cuando se levantó se encaminó al Etna, y que habiendo llegado, se arrojó al volcán y desapareció, queriendo dejar fama de sí de haber sido hecho dios; pero después fue descubierto, arrojando fuera la fuerza de las llamas una de sus sandalias, que eran de bronce, de cuyo metal solía llevar el calzado.") O la de haberse arrojado al fuego tras realizar una curación milagrosa habiendo sido adorado por sus conciudadanos recogidas ambas por Diógenes Laercio




Sócrates


Sócrates(- 470 a - 399)

                                                                             Biografía

Sócrates nació en Atenas el año 470 a. c. de una familia, al parecer, de clase media. Su padre era escultor y su madre comadrona, lo que ha dado lugar a alguna comparación entre el oficio de su madre y la actividad filosófica de Sócrates. Los primeros años de la vida de Sócrates coinciden, pues, con el período de esplendor de la sofística en Atenas.

El interés de la reflexión filosófica se centraba entonces en torno al ser humano y la sociedad, abandonando el predominio del interés por el estudio de la naturaleza. Probablemente Sócrates se haya iniciado en la filosofía estudiando los sistemas de Empédocles, Diógenes de Apolonia y Anaxágoras, entre otros. Pero pronto orientó sus investigaciones hacia los temas más propios de la sofística.















Los sofistas
Protágoras de Abdera


Protágoras de Abdera
(- 481 a - 401)

Hemos visto que los filósofos anteriores se habían ocupado preferentemente del estudio de la naturaleza, es decir de la investigación acerca del principio último de la realidad, del "arjé". Los sofistas, aunque contemporáneos prácticamente de los pluralistas, desplazarán su centro de interés hacia el estudio del hombre y de la sociedad, y de todo lo relacionado con ellos.
Se ha intentado explicar este cambio de orientación en la investigación filosófica por el cansancio al que había conducido la investigación de los filósofos anteriores: la multiplicidad de explicaciones acerca del principio de la realidad habría generado un cierto escepticismo respecto a la posibilidad de obtener un conocimiento verdaderamente objetivo y seguro de la naturaleza última del universo. Pero quizá influya más en este cambio de orientación el hecho de que la sofística se desarrolle fundamentalmente en Atenas, aunque no precisamente a través de filósofos atenienses, sino de extranjeros afincados en Atenas o que residen temporalmente allí, y que encuentran una predisposición por parte de la sociedad ateniense hacia la recepción de sus conocimientos. Los cambios sociales que tienen lugar en Atenas a lo largo del siglo V y que la llevarán a ejercer la hegemonía cultural y política en el mundo griego, bastarían para explicar el desarrollo de la sofística, así como el papel de los sofistas como personajes "ilustrados", poseedores de un saber útil que transmitirán a los atenienses

Demócrito de Abdera


Demócrito de Abdera(- 460 a - 370)

                                                                      Biografía

Demócrito nació en Abdera en el año 460 antes de Cristo. Se le atribuyen numerosos viajes, a Egipto y a la India, entre otros, habiendo adquirido en el curso de ellos conocimientos de teología , astrología, geometría, etcétera. También se le sitúa en Atenas escuchando las lecciones de Sócrates o de Anaxágoras, según recoge Diógenes Laercio: "parece, dice Demetrio, que también pasó a Atenas, y que por desestima de su propia gloria no se cuidó de ser conocido; y aunque él conoció a Sócrates, Sócrates no le conoció él. Fui -dice- a Atenas, y nadie me conoció."se dice también que fue discípulo de Leucipo, a quien se atribuye la creación del atomismo, doctrina defendida por Demócrito. (Sobre la existencia misma de Leucipo hay quienes han llegado a ponerla en duda apoyándose en el desconocimiento prácticamente total que tenemos de él y en afirmaciones como las de Epicuro, quien negaba su existencia).




Platón


Busto de Platón

(- 428 a - 347)

LA FILOSOFIA PLATONICA
Platón es el primer gran filósofo ateniense que nos deja una amplia obra escrita. Discípulo del polémico Sócrates y creador de la Academia, que mantendrá su actividad hasta el s. VI de nuestra era, (el año 529 serán cerradas todas las escuelas filosóficas por orden de Justiniano), su pensamiento ejercerá una gran influencia en el desarrollo de la filosofía.



Aristóteles

Busto de Aristóteles
(- 384 a - 322)











                                       La filosofía aristotélica
Tras haber permanecido durante 20 años en la Academia, Aristóteles la abandonará, a la muerte de Platón. Posteriormente creará su propia escuela, el Liceo, también en Atenas, que ejercerá una influencia considerable en el desarrollo de la filosofía posterior y, de modo especial, en el desarrollo de la filosofía escolástica a lo largo de la Edad Media.



Epicuro de Samos


Busto de Epicuro de Samos

(- 341 a - 271)



              El epicureismo
La filosofía de Epicuro se caracteriza por situarse en el lado opuesto a la filosofía platónica: afirma una sola realidad, el mundo sensible; niega la inmortalidad del alma y afirma que ésta, al igual que todo lo demás, está formada por átomos; postula el hedonismo en la teoría ética y como modo de vida y rechaza el interés por la política, optando por un estilo de vida sencillo y autosuficiente encaminado a la felicidad.





Origen histórico de la filosofía
La filosofía nace en el siglo VI a.C. en Grecia (Asia Menor) como un intento racional de explicar los fenómenos que acontecen en la naturaleza, al promocionar las propias capacidades humanas y al alejarse de las explicaciones míticas que hasta entonces predominaban en esa cultura. El origen en la filosofía occidental aparece ligado a la civilización griega, en concreto a su primer pensador, Tales de Mileto (siglo VII-VI a.C.). Frente a las explicaciones de la realidad de carácter mítico y religioso, este filósofo nos ofrece por primera vez una explicación basada en la razón.
La filosofía oriental surgió en la misma época que la occidental, tanto en China como en la India. En China apareció durante la época de las Primaveras y los Otoños (722-481 a.C) y el título del primer filósofo se le atribuye a Confucio, que tuvo más de trescientos seguidores y fundó la Escuela de los letrados. En la India las Upaninshads son las primeras composiciones filosóficas, anteriores a los principios de la filosofía griega.
Existen semejanzas entre los mitos griegos y orientales, en cuanto que ambas culturas disponen de una mitología y de unas creencias que intentan explicar la solución de un problema, el origen del mundo, etc… Recurriendo a fuerzas sobrenaturales. También existen algunas similitudes en la temática que tratan las filosofías orientales y occidentales, sobre todo en aspectos relacionados con la antropología y con la ética.
Según los autores contemporáneos, las principales causas de la aparición de la filosofía en Grecia son las siguientes:
  • La evolución desde un pensamiento mítico a un pensamiento racional. La filosofía toma algunos conceptos propios del mito, pero los dota de un nuevo significado. De esta forma, los diversos términos que ya existen en los mitos, se utilizan después en las propias teorías de los pensadores, como por ejemplo la justicia, la ley, la naturaleza, dios, el alma, el cuerpo, etcétera.
  • Importantes elementos derivados del contexto sociocultural, político y económico de la época. La existencia de las polis, el floreciente comercio marítimo, la figura del sabio, un ambiente de libertad individual, el debate público… Son algunos de los factores que favorecen la aparición del pensamiento racional.
Origen psicológico de la filosofía
Se  encuentra en nuestra capacidad innata de asombrarnos frente a lo desconocido, que nos desorienta. Esta misma capacidad evidencia nuestra ignorancia ante un mundo lleno de enigmas que nos interroga con sus problemas y contradicciones. Se da mucha importancia al asombro, bella palabra que se ha hecho clásica y es un lugar común tradicional para explicar el origen de la filosofía.
El entusiasmo supone un despertar de la conciencia, un intento de conocer lo que es uno mismo. El ser humano, en los orígenes de la cultura, aparece como protagonista en cuentos, fábulas y mitos que muestran su capacidad para maravillarse. No obstante, la filosofía no se detiene en el asombro, sino que también va más allá en el reconocimiento de la propia ignorancia: esa conciencia de la propia ignorancia es, para aquel que se entusiasma, un deseo de saber y un camino hacia la ciencia.
Cualquier persona posee la capacidad natural de observar, pensar y preguntarse sobre losfundamentos de la existencia o sobre aquello que aparece bajo forma de enigma y de misterio. El ser humano puede cuestionarse las circunstancias que rodean a cada individuo. Con ello, hacemos uso de nuestras aptitudes intelectuales.
Resumiendo, el origen psicológico de la filosofía se basa, en definitiva, en una fecunda actitud mental, en un deseo innato que tiene el ser humano y que le lleva a cuestionar todo lo existente de una manera respetuosa, pero crítica. Para realizar todo esto, se sirve de suscapacidades racionales, que lo acercan al conocimiento de la realidad a través de mecanismos psicológicos como la atención, la percepción, la memoria, el pensamiento y el lenguaje.
















EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFIA
Giorgio Colli
Traducción de Gilbert Mathieu, Facultad de Ciencias, Universidad del Valle, 1990
...el rey del templo, Apolo el torvo,
sorprende la visión a través del más directo
de los indicadores, la ojeada que conoce
cada cosa.
Las mentiras en el no tienen atadero, ni dios
ni hombre lo engaña con obras o diseños.
LA LOCURA ES LA FUENTE DE LA SABIDURIA
Los orígenes de la filosofía griega y en general de todo el pensamiento occidental, son
misteriosas. Según la tradición erudita, la filosofía nace con Tales y Anaximandro: se han
buscado sus orígenes más remotos en el siglo IV (¿?), en contactos fabulosos con las
culturas orientales, con los pensamientos egipcio o indio. Nada pudo comprobarse en tal vía
y hubo que contentarse con establecer analogías y paralelismos. En realidad, el tiempo de
los orígenes de la filosofía griega es bastante más cercano a nosotros. Platón, por ejemplo,
llama amor a la sabiduría a la “filosofía”, a la propia actividad educativa, a la propia
investigación, ligada a una expresión escrita, a la forma literaria del diálogo. Y Platón mira
el pasado con veneración, como un mundo en el que habían existido realmente los “sabios”.
Por otra parte, la filosofía posterior, nuestra filosofía, no es más que una continuación, un
desarrollo de la forma literaria introducida por Platón; y sin embargo, esta forma surge
como un fenómeno de decadencia, en cuanto el “amor a la sabiduría” está por debajo de la
“sabiduría”. Amor a la sabiduría no significa en efecto, para Platón, aspiración a algo nunca
alcanzado, sino una tendencia a recuperar aquello que ya se había realizado y vivido.
No hay, por tanto, un desarrollo continuo, homogéneo entre la sabiduría y la filosofía. Lo
que hace surgir esta última es una reforma expresiva, es la intervención de una nueva forma
literaria, de un filtro a través del que tiene que pasar el conocimiento de lo precedente. La
tradición, en gran parte oral, de la sabiduría, ya oscura y escasa por el alejamiento de los
tiempos, ya evanescente y débil para Platón mismo, resulta así a nuestros ojos
completamente falsificada por la intervención de la literatura filosófica. Por otra parte, la
extensión temporal de esta época de la sabiduría es bastante incierta: abarca la edad llamada
presocrática, o sea los siglos VI y V a. de C., pero su origen más lejano se nos escapa. Es a
la más remota tradición de la poesía y de la religión griega que nos toca volver, pero la
interpretación de los datos es inevitablemente filosófica. Debe configurarse, ya sea de
manera hipotética, una interpretación basada en el modelo que sugiere Nietzsche para
explicar el origen de la tragedia. Cuando un gran fenómeno ofrece una documentación
histórica suficiente únicamente en su parte final sólo nos queda intentar una interpolación,
para el conjunto, de ciertas imágenes y de ciertos conceptos, escogidos en la tradiciónreligiosa y tomados como símbolos. Nietzsche parte, como se sabe, de las imágenes de dos
dioses griegos, Dionisos y Apolo, y por medio de la profundización de los conceptos de
dionisiaco y apolíneo, delinea ante todo una doctrina sobre el surgimiento y la decadencia
de la tragedia griega, luego una interpretación global del helenismo y finalmente una nueva
visión del mundo. Ahora bien una perspectiva parece abrirse si, en lugar del nacimiento de
la tragedia, se considera el origen de la sabiduría.
Son también los mismos dioses, Apolo y Dionisos, los que se encuentran si remontamos
por los senderos de la sabiduría griega. En este campo, sin embargo, la caracterización de
Nietzsche llega a modificarse, además de que la preeminencia se concede a Apolo más bien
que a Dionisos. De hecho, al dios de Delfos, más que a otro, hay que atribuirle el dominio
sobre la sabiduría. En Delfos, se manifiesta la vocación de los griegos por el conocimiento.
No es sabio el que es rico de experiencia, quien se destaca por su habilidad técnica, por su
destreza, por sus recursos como es el caso en la edad homérica. Odiseo no es un sabio.
Sabio es quien arroja la luz en la oscuridad, suelta un nudo, manifiesta lo incógnito, precisa
lo incierto. Para esta civilización arcaica, el conocimiento del futuro del hombre y del
mundo pertenece a la sabiduría.
Apolo simboliza este ojo penetrante, su culto es una celebración de la sabiduría. Pero el
hecho que Delfos sea una imagen unificante, una abreviatura de la misma Grecia, indica
algo más, y es que el conocimiento fue, para los griegos, el máximo valor de la vida. Otros
pueblos conocieron, exaltaron la adivinación, pero ningún pueblo la elevó al rango de
símbolo decisivo por el que, al más alto grado, la potencia se expresa en conocimiento,
como ocurre entre los griegos. En todo el territorio helénico, se destinaron santuarios a la
adivinación; esta quedó como un elemento decisivo en la vida pública, política de los
griegos. Y sobre todo el aspecto teórico ligado a la adivinación es característico de los
griegos. La adivinación implica conocimiento del futuro y manifestación, comunicación de
tal conocimiento. Esto se da mediante la palabra del dios, mediante el oráculo. En la
palabra se manifiesta al hombre la sabiduría del dios, y la forma, el orden, el nexo en que se
presentan las palabras, todo esto revela que no se trata de palabra humana, sino de palabra
divina. De ahí el carácter exterior del oráculo, la ambigüedad, la oscuridad, la alusividad
ardua de descifrar, la incertidumbre.
El dios conoce por tanto el porvenir, lo manifiesta al hombre, pero parece no querer que el
hombre entienda. Hay un elemento de maldad, de crueldad en la imagen de Apolo, que se
refleja en la comunicación de la sabiduría. Y de hecho dice Heráclito, un sabio: “El señor,
al que pertenece el oráculo que está en Delfos, no dice ni esconde, sino que señala”. Frente
a estos nexos, el significado atribuido por Nietzsche a Apolo aparece insuficiente. Según
Nietzsche, Apolo es el símbolo del mundo como apariencia, siguiendo el concepto
Schopenhaueriano de representación.
Esta apariencia es al mismo tiempo bella e ilusoria, así que la obra de Apolo es
esencialmente el mundo del arte, entendido como liberación, aunque ilusoria, del tremendo
conocimiento dionisiaco, de la intuición del dolor del mundo. Contra esta perspectiva de
Nietzsche, se puede objetar ante todo, aunque se la considera como clave en lainterpretación de Grecia, que la contraposición ente Apolo y Dionisos como entre arte y
conocimiento no corresponde a numerosos e importantes testimonios históricos acerca de
estos dos dioses. Se ha dicho que la esfera del conocimiento y de la sabiduría se conecta
mucho más naturalmente a Apolo que a Dionisos. Hablar de este último como del dios del
conocimiento y de la verdad, entendidos restrictivamente como intuición de una angustia
radical, significa presuponer en Grecia un Schopenhauer que no hubo. Dionisos se
relaciona más bien al conocimiento como divinidad eleusiana: la iniciación a los misterios
de Eleusis culminaba de hecho en una “epopteia”, en una visión mística de beatitud y
purificación, que de todos modos pudo haberse llamado conocimiento. Sin embargo, el
éxtasis mistérico, en cuanto se alcanza al despojarse uno completamente de las condiciones
del individuo, es decir en cuanto en él, el sujeto que conoce no se distingue del objeto
conocido, debe considerarse como el presupuesto del conocimiento más bien que como
conocimiento mismo. Por el contrario, el conocimiento y la sabiduría se manifiestan en la
palabra, y es en Delfos que se pronuncia la palabra divina, es Apolo quien habla a través de
la sacerdotisa, ciertamente no Dionisos.
Al trazar el concepto de apolíneo, Nietzsche ha considerado el señor de lar artes, el dios
luminoso, del esplendor solar; aspectos auténticos de Apolo, pero parciales, unilaterales.
Otros aspectos del dios amplían su significación y la conectan a la esfera de la sabiduría.
Ante todo, un elemento de terribilidad, de ferocidad. La etimología misma de Apolo, según
los griegos, sugiere el significado de “el que destruye totalmente”. En este aspecto el dios
viene presentando al comienzo de la Ilíada, donde sus flechas llevan la enfermedad y la
muerte al campo de los aqueos. No una muerte inmediata, directa, sino una muerte a través
de la enfermedad. El atributo del dios, el arco, arma asiática, alude a una acción indirecta,
mediata, diferida. Se toca aquí el aspecto de la crueldad, el cual se ha señalado a propósito
de la oscuridad del oráculo: la destrucción, la violencia diferida es típica de Apolo. Y de
hecho, entre los epítetos de Apolo, encontramos este de “el que golpea de lejos” y este otro
de “el que actúa de lejos”. No es clara por ahora la relación entre estos caracteres del dios,
acción a distancia, destructividad, crueldad, y el configurarse de la sabiduría griega. Pero la
palabra de Apolo es una expresión en la que se manifiesta un conocimiento; siguiendo los
modos en los que en la Grecia primitiva, las palabras de la adivinación se conjugan en
discurso, se desarrollan en discusiones, se elaboran en la abstracción de la razón, será
posible entender estos aspectos de Apolo como símbolos que iluminan el fenómeno entero
de la sabiduría.
Otro elemento débil en la interpretación de Nietzsche es la presentación del impulso
apolíneo y del dionisiaco como antitéticos. Los estudios más recientes sobre la religión
griega han puesto de manifiesto un origen asiático y nórdico del culto de Apolo. Aquí
emerge una nueva relación entre Apolo y la sabiduría. Un fragmento de Aristóteles nos
informa que Pitágoras -un sabio precisamente- fue llamado por los crotonatas Apolo
hiperbóreo. Los hiperbóreos eran para los griegos un pueblo legendario del extremo
septentrional. De ahí parece provenir el carácter místico, extático de Apolo, que se
manifiesta en la posesión de la pitia, en las palabras divagantes del oráculo délfico. En las
llanuras nórdicas y del Asia central, es atestiguada una larga persistencia del chamanismo,
de una técnica particular del éxtasis. Los chamanes alcanzan una exaltación mística, unacondición extática, en la que son capaces de operar curaciones milagrosas, de ver el futuro
y pronunciar profecías.
Tal es el fondo del culto délfico de Apolo. Un pasaje célebre y decisivo de Platón nos
ilumina al respecto. Se trata del discurso sobre la “manía”, sobre la locura, que Sócrates
desarrolla en el Fedro. En seguida después del comienzo se contrapone la locura a la
moderación, al control de si y, con una intervención paradójica para nosotros moderno, se
exalta la primera como superior y divina. Dice el texto: “los más grandes entre los bienes
nos llega por intermedio de la locura, que se concede por un don divino... de hecho la
profetisa de Delfos y la sacerdotisa de Dodona, en cuanto poseídas por la locura, han
procurado a Grecia numerosas y bellas cosas, sea a los individuos, sea a la comunidad”. Se
evidencia por tanto desde un principio la relación entre “manía” y Apolo. A continuación se
distinguen cuatro especies de locura, la profética, la mistérica, la poética y la erótica: las
últimas dos son variantes de las primeras. La locura profética y la locura mistérica son
inspiradas por Apolo o por Dionisos (si bien este último no lo nombra Platón). En el Fedro
en el primer plano está la “manía” profética, al punto que Platón atestigua que la naturaleza
divina y decisiva de la “manía” constituye el fundamento del culto délfico. Platón apoya su
juicio con una etimología: la “mántica”, es decir, el arte de la adivinación, deriva de
“manía”, expresión más auténtica de ella. De ahí que la perspectiva de Nietzsche debe ser
no solamente extendida, sino también modificada. Apolo no es el dios de la mesura, de la
armonía, sino de la obsesión, de la locura. Nietzsche considera la locura como pertinente
solo a Dionisos, y la restringe además a la embriaguez. Aquí un testigo del peso de Platón
nos sugiere en cambio que Apolo y Dionisos tienen una afinidad fundamental, y
particularmente en el terreno de la “manía”: juntos, agotan la esfera de la locura y no hacen
falta argumentos para formular la hipótesis - atribuyéndose la palabra y el conocimiento a
Apolo y la inmediación de la vida a Dionisos- que la locura poética se debe al primero y la
erótica al segundo.
Concluyendo, si bien una investigación de los orígenes de la sabiduría en la Grecia arcaica
apunta hacia el oráculo délfico y la significación conjunta del dios Apolo, la “manía” se nos
presenta como aún más primordial, como fondo del fenómeno de la adivinación. La locura
es la matriz de la sabiduría.
El siglo VI a. C., lo podemos considerar como el siglo del surgimiento del pensamiento filosófico. Éste es el fruto de una civilización llegada a su madurez y que señala el final de la grandeza Jonia y el esplendor helénico, sobre todo ateniense.
A los pensadores presocráticos ya no les bastaba con encontrar varias soluciones para explicarse el porqué del mundo y el para qué del destino del hombre, necesitaban saber más. Por esta razón se funda la Filosofía, pues los filósofos quieren dar una explicación única y racional que englobe a todos los hechos, todos los pensamientos y todas las acciones. Ellos no se detuvieron en los datos de los sentidos, sino que fueron más allá de las apariencias. Indagaron con el pensamiento, cuál era la auténtica realidad, opuesta a lo ficticio derivado de los sentidos. No llegaron a sus conclusiones mediante una aproximación científica-experimental, sino valiéndose de la razón especulativa. La unidad material, puesta u obtenida por el pensamiento, era abstracta -es decir abstraída, separada de los datos de las apariencias sensibles- aunque fuesen materialistas por considerar que un elemento material era el origen del Universo o de todo lo existente. Por lo tanto, en la medida que se estudia el universo, su origen, su evolución y su estructura se podría llamar cosmologías jonias a todas esas explicaciones. En ellas es ya comprensible la noción de la unidad en medio de lo diverso y la de lo diverso en relación directa con la unidad. La filosofía o cosmología jonia es un intento de aclarar qué es ese elemento primitivo de todas las cosas. El saber qué elemento eligió cada filósofo para afirmarlo no importa tanto, lo verdaderamente importante es el hecho mismo de que tuvieron en común la idea de unidad.
Si bien se dice que los griegos derivaron sus matemáticas de Egipto y su astronomía de Babilonia, lo cierto es el uso dado a estos conocimientos entre los egipcios y babilonios, tenía una finalidad práctica, para lo cual empleaban métodos prácticos. Pero la geometría y matemática científica sólo fue desarrollada por los griegos. Así, una de las diferencias de la filosofía griega y otras formas de pensar, es que aunque en éstas hay nociones filosóficas, tienen finalidades prácticas y simbólicas de liberar al hombre de las ilusiones y desventuras de la vida, más que alcanzar el conocimiento por sí mismo. En el caso de la filosofía griega, es donde se da por primera vez un pensamiento concebido por un espíritu libre.